Vacunas Para Alergia (Inmunoterapia)

Temas de Alergia

Inmunoterapia

La inmunoterapia o "vacunas de alergia", es un procedimiento médico que consiste en la administración repetitiva y gradual de una sustancia alérgica a un paciente sensibilizado a ella, en cantidades crecientes durante varios años, con la intención de lograr su tolerancia. Este proceso lleva a la reducción ó eliminación de los síntomas que se presentan después de la exposición al alérgeno.

La razón de ésa tolerancia reside en gran medida en la inducción de la producción de anticuerpos protectores (similares a los que se producen en respuesta a las vacunas para las infecciones de la infancia), aunque también se debe a algunos cambios en las células del sistema inmune que regulan los fenómenos de alergia, principalmente los linfocitos T.

 

Formas de Administración

Aunque se han probado diversas formas de administración de estas vacunas de alergia: Via inyectada, gotas sub-linguales, gotas tomadas, spray intranasal, gotas conjuntivales, en parches sobre la piel (epicutaneos), inyectada en los ganglios linfáticos (intralinfatica).

Algunas se han desechado por no ser suficientemente eficaces y otras formas están en fase de experimentación.

A la fecha, dos metodos han demostrado ser altamente eficaces y han sido aprovados por la Organizacion Mundial de la Salud (OMS). La via inyectada subcutánea con 100 años de eficacia probada y la administración de gotas o tabletas por via sub-lingual aprobada desde 1998.

Las inyecciones de los extractos alergénicos se aplican en concentraciones variables. Habitualmente es una mezcla de los alergenos más relevantes en la inducción de la reacción alérgica de ésa persona.

Se inicia con una cantidad pequeña del extracto, a la menor concentración posible, según el criterio del especialista Alergólogo. Dependiendo del tipo de diluyente y potencia, las vacunas se aplican una ó 2 veces a la semana inicialmente, aumentando paulatinamente la concentración y cantidad real de estos alérgenos. El punto ó concentración final a alcanzar, y el tiempo que deberá tomar para ello, estará determinado por el grado de sensibilidad del paciente.

Generalmente, un paciente puede alcanzar la dosis máxima o de mantenimiento a los 4 a 6 meses del inicio de las inyecciones. La dosis de mantenimiento se aplica cada una o dos semanas inicialmente y después el intervalo puede ampliarse a cada tres a cuatro semanas según la evolución y el criterio del especialista en Alergias, en la mayoría de los pacientes. Es imprescindible que los esquemas de inmunoterapia, sean aplicados en forma regular para alcanzar el máximo de tolerancia posible. La duración total del tratamiento es de 3 a 5 años en la mayoría de los casos.

 

Indicaciones

La inmunoterapia está justificada cuando los síntomas alérgicos son de moderados a severos, cuando ocurren en forma muy continua ó frecuente durante el año y no han respondido bien a los medicamentos de control (adecuadamente indicados), cuando las opciones de tratamiento disponibles no pueden ser tolerados por el paciente, cuando las reacciones sean ocasionadas por alergenos difíciles de evitar, ó simplemente, cuando se quiera tener una verdadera posibilidad de curación del problema alérgico a corto plazo, lo que no ofrece ningún otro medicamento ó método de tratamiento actualmente.

Por ejemplo, un individuo alérgico al pólen del pasto ó de malezas puede tener síntomas de intolerancia durante los meses de verano. Es imposible evitarlos, aunque existen aparatos que pueden ayudar a reducir la exposición de pólenes intramuros, como los aparatos filtrantes ó sistemas de refrigeración. Los medicamentos suelen ser muy útiles en la reducción de los síntomas, aunque los que mejor funcionan pueden causar somnolencia o no ser tan efectivos.

La inmunoterapia con pólenes de pastos y malezas, indicada y llevada adecuadamente, puede lograr un alivio importante en cuatro de cada cinco pacientes, pudiendo incluso en uno ó 2 de ellos ser definitivo y permanente. Otro tipo de alergenos que habitualmente producen muy buenos resultados clínicos en la inmunoterapia son los pólenes de árboles y ácaros del polvo. Los extractos de hongos (moho) se usan frecuentemente para inmunoterapia, pero no existe mucha información acerca del grado de respuesta final.

Aunque existe una gran diversidad de alérgenos que constituyen el polvo de casa, ahora sabemos que los ácaros son la causa principal de éste tipo de alergia. Es por eso que utilizando extractos para ácaro, el uso de extractos del polvo casero ha disminuido. Entre más específico sea el tratamiento, mejores serán los resultados finales

 

Efectos Secundarios Potenciales

El principal efecto secundario adverso de la inmunoterapia es la posibilidad de una reacción alérgica. La mayoría de los pacientes que recibe inmunoterapia inyectada desarrollan una roncha o inflamación en el sitio de aplicación de la vacuna (reacción local). Esta reacción local es fácilmente controlada con aplicación directa de hielo y un antihistaminico tomado. Un porcentaje muy bajo (0.03% en nuestra clínica) presenta síntomas de mayor o menor seriedad que podrían poner en riesgo la vida (reacciones sistemicas o anafilaxia).

Los síntomas de una reacción sistémica pueden incluir estornudos, descarga nasal acuosa, urticaria, hinchazón general, comezón en los ojos, hinchazón interna de la garganta con dificultad para tragar ó respirar, silbido en el pecho o una sensación de tórax cerrado, mareos o pérdida del estado de conciencia. Cuando las reacciones son más severas, incluyen además hipotensión grave y baja del oxígeno sanguíneo por el espasmo bronquial y el cierre de la laringe, que si no son atendidos en forma urgente y adecuada pueden producir la muerte.

Por lo anteriormente descrito es indispensable que la inmunoterapia se indicada y supervisada exclusivamente por un especialista en alergia (Alergologo). e idealmente que las vacunas sean aplicadas en una clinica o consultorio debidamente equipado y con un medico disponible entrenado y con experiencia en el manejo de estas reacciones sistemicas.

Constantemente, las compañías que producen los extractos alergénicos utilizados en la preparación de las vacunas de alergia, buscan la forma de mejorarlos. Se ha logrado ya una mejor respuesta benéfica (inmunidad) en el paciente, así como una reducción significativa en la posibilidad de reacciones alérgicas indeseables (alergenicidad) de los extractos. Actualmente con los nuevos tipos de extractos disponibles para la preparación de las vacunas de alergia, los resultados son mejores que antes, y los riesgos del tratamiento se han reducido dramáticamente.

El Alergólogo, es el único especialista con entrenamiento e información actualizada suficiente para aconsejarle y ofrecerle los mejores extractos y tipos de esquema para inmunoterapia disponibles para su tipo de padecimiento alérgico, con las mejores expectativas de seguridad y eficacia.

Antes de aceptar un tratamiento de inmunoterapia, verifique que el médico tenga un entrenamiento certificado de especialidad en Alergia e Inmunología. La decisión final debe de ser consensada entre el paciente y el especialista, después de haber evaluado las diferentes opciones de tratamiento disponibles para su padecimiento, ya que la mayoría de los alérgicos no requieren de éste tipo de tratamiento.

En caso necesario, su Alergólogo puede ampliarle ésta información

Información obtenida de COMPEDIA